Hoy muchos medios principales de nuestro país, entre ellos El Mundo, recogen en sus líneas la impresionante noticia de que Aena “se pasa” al sector inmobiliario. En efecto, al albur de la recuperación del mercado inmobiliario tanto residencial como terciario que estamos viviendo, el Ministerio de Fomento ha dado luz verde al administrador de aeropuertos para lanzar un proyecto 7 veces más grande que la archi-conocida pero nunca desarrollada Operación Chamartín (de alrededor de 311 hectáreas).
En efecto, baste decir que Aena va a comercializar alrededor de 2.000 hectáreas de terreno de las que es propietario, sitas principalmente alrededor de los aeropuertos de Madrid y Barcelona para construir una extensión gigante de cada una de estas ciudades, levantando hoteles, oficinas, zonas verdes, nuevas vías de comunicación, áreas comerciales, etc.
El presidente de Aena tiene ante sí sin duda un tarea ardua y que exige la mayor transparencia en su ejecución de principio a fin pues, entre otras muchas cosas además de suponer un gran espaldarazo económico, cambiará profundamente la actual fisionomía y la idiosincrasia tanto de Madrid como de Barcelona.